En otoño de 2022, el Ayuntamiento de Castrojeriz recibió una llamada de la GaleríaUffici en Florencia. En este reportaje explicamos por qué el Descendimiento de Cristo de Bronzino, que actulmente se puede contemplar en la Iglesia de San Juan, despertó el interés de una de las pinacotecas más visitadas del mundo. 

– “Buenos días, ¿es el Ayuntamiento de Castrojeriz? Les llamamos de la Galeria Uffici de Florencia”

Así arrancó la conversación telefónica que mantuvieron responsables de la Galeria Ufifzi con el entonces guía turístico de la villa de Castrojeriz, Cristóbal Gómez-Salas.

Responsables de una de las pinacotecas más relevantes del mundo se interesó, en concreto, por la obra conocida como Deposición o Descendimiento del Cuerpo de Cristo de Agnolo Bronzino que actualmente se puede contemplar en la Iglesia de San Juan de Castrojeriz, y que, en su día, formaba parte de un retablo de la Colegiata de Nuestra Señora del Manzano.

Pero, ¿por qué este cuadro levantó el interés de la Galería Uffizi?

En concreto, la doctora Chiara Franceschini, conocedora de que se trataba de una réplica original del descendimiento de Cristo que los Medici (Cosme I de Medici y Leonor de Toledo) encargaron a Bronzino en torno al 1550, quisieron que desde el Ayuntamiento les mandaran fotografías con las que completar la exposición «.

“Con motivo de una muestra de arte dedicada en torno a la figura de Leonor de Toledo -la duquesa española que gobernó Florencia junto a su marido Cosme I de Medici- desde la Galería Uffizi querían reunir toda la información de este encargo de gran calidad artística, que por avatares históricos, acabó con dos réplicas más”, explica Cristóbal Gómez-Salas Villanueva.

“Les mandamos unas fotografías de nuestra copia original,  que está muy bien conservado en la Iglesia de San Juan, para incluirla en el catálogo de la exposición ‘Eleonora di Toledo e l’invenzione della corte dei Medici a Firenze que se expuso en el Palacio Pitti entre febrero y mayo de 2023. CRISTÓBAL GÓMEZ-SALAS (guía turístico)

Pero para explicar por qué una misma versión de la Deposición del Cuerpo de Cristo de Bronzino tuvo tres dueños, hay que entender antes la influencia que el reinado de Carlos V ejerció en toda Europa y el papel de las obras de arte en las relaciones diplomáticas del Renacimiento.  

Primera reproducción original que Bronzino realizó del Descendimiento de Cristo para la duquesa Leonor de Toledo; pocos años después fue trasladado de Florencia a Besanzon como regalo diplomático

Primera reproducción original que Bronzino realizó del Descendimiento de Cristo para la duquesa Leonor de Toledo; pocos años después fue trasladado de Florencia a Besançon como regalo diplomático

Florencia, un ducado con sabor español  

Los Medici fueron el linaje de mecenas más importante en Italia y en Europa del siglo XVI.

Esta familia comenzó prosperando en Florencia hasta alcanzar gran poder e influencia en el país y en todo el continente europeo. 

En concreto, Cosme I, que procedía de una línea secundaria de los Medici, se convirtió en Duque de Florencia y posteriormente Gran Duque de Toscana entre 1537 y 1574, los últimos años del Renacimiento.

El duque se casó con la española Leonor Álvarez de Toledo y Osorno; como mujer vinculada a la nobleza española e hija del Virrey de Nápoles favoreció su posición política.

El matrimonio fue del agrado del emperador Carlos V, ya que el Reino de España lograba una alianza con los Medici que le permitía mantener tropas españolas dentro de los territorios toscanos, frenando así las aspiraciones de Francia en sus territorios del sur de Italia.

En cuanto a Leonor, la aristócrata española que gobernaría la Florencia de los Medici, se dice que su fuerte personalidad e interés por las artes y la política la convirtirían en la española que más huella ha dejado en la ciudad del Renacimiento.

Concentración de peñas en la Plaza Mayor de Castrojeriz

Retrato de Leonor de Toledo con su hijo Giovanni de’ Medici realizado por Bronzino en 1545

Bronzino, el protagonista de esta historia

El gran interés que sentía Leonor  de Toledo por las artes la llevó a establecer vínculos personales con pintores como Bronzino, Francesco Salviati o Giorgio Vasari.

Fue el primero, Agnolo Bronzino, quien se convertiría en el pintor de la corte, por su dominio no sólo de la pintura religiosa y mitológica, sino por sus sobresalientes retratos realizados a la influyente familia de los Medici.

Tras su casamiento, y una vez instalados en el Palacio Vecchio de Florencia, la pareja encargó en 1540 una tabla Deposición del Cuerpo de Cristo (también conocido como Descendimiento de Cristo) para adornar el retablo de la capilla privada de la Duquesa Leonor, pieza que finalizaría entre 1543 y 1545, según recoge la investigadora Janet Cox-Rearick en su libro Bronzino´s chapel of Eleonora in the Palazzo Vechio.

Sin embargo, por avatares políticos, la duquesa de Florencia disfrutó poco tiempo de su preciado encargo. Y es que, al poco de ser instalada en su capilla, esta obra se convertiría en objeto de deseo de uno de los hombres de confianza de Carlos V, el Cardenal Nicolás Perrenot de Granvela. Los duques de Florencia se vieron, literalmente, obligados a satisfacer sus deseos en un gesto diplomático por sus intermediaciones políticas entre los Medici y el Imperio español.

La función diplomática de las obras del Renacimiento

En el contexto histórico del Renacimiento, una de las funciones más importantes que desempañaba el arte papel era de mediador y facilitador de relaciones diplomáticas.

A través de la correspondencia de Cosme I conocemos que las mediaciones de Granvela fueron de tal relevancia para su ducado como para que la obra que adornaba la capilla de su mujer fuera descolgado, enmarcado y enviado a su residencia en Besançón (Francia) en 1545 junto con otras obras de arte.

Al respecto, Cosme I escribió a Francisco Álvarez de Toledo, hombre de confianza de Carlos V, las siguientes palabras:

“No quería Monseñor Granvela más que el cuadro mayor que está en el oratorio de la Duquesa, el cual es verdaderamente bello, y de buenísima gana lo complaceremos. Así, Vuestra Señoría le podrá decir que será en breve servido, y le diga a qué ciudad o lugar de Borgoña se debe llevar, que cuidaremos de hacérselo llegar con la mayor brevedad posible” Archivo Mediceo del Principato, 6, 149.

Pero Leonor de Toledo no se conformaría con perder esta pieza, y los Medici encargarían a su estimado Bronzino otra réplica de esta escena religiosa.

Descendimiento de Cristo en la Iglesia de san Juan de Castrojeriz atribuido a Bronzino.

Réplica original del Descendimiento de Cristo Bronzino expuesto en la Iglesia de San Juan en Castrojeriz. Originalmente, la obra estuvo ubicada en la Colegiata Nuestra Señora del Manzano de la misma villa. Imagen: © Javier Vicente

Las réplicas del Descendimiento de Bronzino: Palacio Vecchio y Colegiata de Castrojeriz

A través del pintor e historiador Giorgio Vasari, coetáneo a Bronzino, sabemos éste finalizaría la réplica de la obra original en 1553, unos ocho después de que el original saliera rumbo a Francia.

Y ahora llega Castrojeriz. Las investigaciones de Cox- Rearick conectan, directamente, a Bronzino con la villa de Castrojeriz al confirmar la existencia de una segunda réplica por encargo de Cosme I como regalo diplomático a la familia Mendoza, cuyos miembros estaban estrechamente vinculados con el duque Cosme.

“Existe una copia sobre lienzo a gran escala del cuadro de Bronzino en la iglesia parroquial de Castrojeriz -cita textualmente la historiadora Cox-Rearick- En el siglo XVI, esta localidad cercana a Burgos pertenecía a la familia Mendoza, cuyos miembros estaban estrechamente vinculados con el duque Cosme en la década de 1540. y 1550. En concreto Diego Hurtado Díaz de Mendoza fue embajador de Carlos V en Florencia, y Francisco Mendoza de Burgos fue gobernador y capitán general de Siena bajo Cosme después de la muerte de Pedro de Toledo en 1553. Es posible que uno de estos u otro de los Mendoza fueran los destinatarios de esta copia, que podría haber sido hecha al mismo tiempo que Bronzino hacía su propia réplica para Leonor”.

Respecto a las diferencias entre el original y sus réplicas, todas elaboradas por Bronzino, Gómez-Salas Villanueva expone sus principales diferencias.  

En las copias cambian un poco los tonos. El Bronzino de Castrojeriz es un óleo sobre lienzo con preponderancia del color gris; los otros dos son óleos sobre tablas.  El original de Besançón, en Francia, contiene más lapislázuli y de ahí que muestre tonos más azules; el del Palazzo Vecchio, en Florencia, tiene tonalidades marrones”.

Original y réplicas firmadas por Bronzino "Descendimiento de Cristo"

Comparación de las tres reproducciones que Bronzino realizó sobre el Descendimiento de Cristo

Hay más datos curiosos. Según explica el guía turístico Gómez-Salas Villanueva, las averiguaciones de la investigadora norteamericana apuntan que las caras representadas en este cuadro son personajes vinculados a la propia familia Medici. “En este cuadro encontramos a la madre de Cosme I de Medici, María Salviati como la Virgen, y a la propia  Leonor Álvarez de Toledo representando a María de Coflás (mujer que estuvo presente en la crucifixión de Cristo según el relato tradicional); detrás de ella, encontramos ay al propio pintor Agnolo Bronzino en el lado derecho externo de la imagen; a su lado, Baccio Bandinelli, uno de los artistas más destacados de la época y, justo enfrentado al rostro de Bronzino, su maestro y pintor, Jacopo Pontormo ”.

Personalidades de la Florencia de los Medici aparecen en el cuadro del Descendimiento de Cristo de Bronzino

Pie de foto: Réplica original del Descendimiento de Cristo Bronzino de Castrojeriz y algunos de los rostros de sus protagonistas, atribuidos a personajes coetáneos de la Florencia de la época.

Abajo de estas líneas, los tres rostros de los pintores representados en la obra: Agnolo Bronzino en el lado derecho, seguido de Baccio Bandinelli y Jacopo Pontormo . La imagen que le sigue es el retrato del propio Bronzino. Le siguen los rostros de Eleonor de Toledo, duquesa de Florencia y coleccionista de arte, y la madre de Cosme de Medici, María Salviati.               *Haciendo clic sobre la imagen, amplía su tamaño.